El cribado o tamizaje de cáncer de mama, es un método utilizado para identificar la enfermedad de forma temprana, antes de que aparezcan síntomas o signos de enfermedad, o sea, antes de que sea evidente tanto para las personas que lo padecen como para profesionales en medicina. A continuación, se abordará el tema de forma general.
Es importante considerar que las recomendaciones de la comunidad científica suelen establecerse para las mujeres, sin particular consideración sobre la identidad de género y características biológicas sexuales, por lo que la interpretación adecuada y guía por personal profesional es recomendada.
¿Por qué se consideran importantes las pruebas de detección de cáncer de mama?
Después del cáncer de piel, el cáncer de mama es el cáncer más frecuente de la población general, afectando principalmente a mujeres. Además, es la segunda causa de muerte por cáncer en la población general y la primera entre mujeres, según el Observatorio Mundial del Cáncer de la Organización Mundial para la Salud (OMS). Su diagnóstico y tratamiento tienen grandes impactos sobre la calidad de vida, especialmente en enfermedad avanzada. Es por esta razón que los métodos de tamizaje o cribado están orientados en la detección y tratamiento temprano, así como en la reducción del riesgo de muerte por cáncer de mama.
¿Cuándo es un buen momento para iniciar con pruebas de detección temprana?
Existe mucha discusión al respecto, en la que se deben considerar los beneficios y perjuicios que traen el recomendar las pruebas. Para calcular el riesgo de desarrollar cáncer de mama, cada caso debe ser analizado individualmente considerando los diversos factores de riesgo que puede presentar una persona. Algunos factores considerados son: antecedente personal de cáncer, antecedente familiar de cáncer, ascendencia, tener mutaciones genéticas relacionadas, edad de primera menstruación, edad de primer nacido vivo, número de embarazos, entre otros.
A continuación, hablaremos de las personas que se consideran en riesgo promedio.
Para estas personas, no existen guías que recomienden de forma generalizada las pruebas en personas menores de 40 años. Entre los 40 y 50 años de edad, se recomienda que sea una decisión en conjunto con su profesional en medicina. Para las personas entre 50 y 74 años de edad, las principales guías internacionales recomiendan la mamografía como herramienta de detección temprana, lo cual se justifica en la disminución de mortalidad por cáncer de mama y en disminución del cáncer de mama avanzado. En personas mayores de 75 años, el beneficio de las pruebas de detección puede ser menor.
¿Cuál es el método de detección temprana preferido?
Existen diversos tipos de estudios de imagen que se pueden utilizar en el cáncer de mama, como lo son el ultrasonido y la resonancia magnética. Sin embargo, la mamografía es el método preferido como prueba de detección temprana, demostrado por mucha evidencia científica. Aún así, incluso en las condiciones óptimas, la mamografía puede fallar en detectar el cáncer de mama hasta en un 1/5 de los casos.
¿Qué tan frecuente se recomienda la mamografía como prueba de cribado o tamizaje?
La recomendación general de mamografía como prueba de cribado para la detección temprana de cáncer de mama es cada 1 a 2 años. Existe evidencia de diversos beneficios y perjuicios de ambas frecuencias, por lo que la guía de una persona profesional en medicina es ideal.
Otros puntos importantes
Existen otros factores de riesgo que podrían influir en la aparición de cáncer de mama, que no necesariamente se consideran para la recomendación de iniciar las pruebas de detección, entre ellos: edad, factores hormonales, fumado, consumo de alcohol, características de la mama. También existen factores protectores, como lactancia, actividad física, entre otros.
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