Como parte del funcionamiento de los huesos, estos están constantemente reconstruyéndose en un proceso que libera y almacena calcio, magnesio, fósforo y sodio, entre otros, de forma cíclica. Algunas situaciones desequilibran este proceso hacia la pérdida de la densidad ósea (desmineralización ósea). Este desequilibrio puede ocurrir como parte de los cambios relacionados con la menopausia y la edad. Sin embargo, también puede ser exacerbado por deficiencias nutricionales, algunas enfermedades crónicas, el uso crónico de glucocorticoides, el tabaquismo. La osteoporosis se trata de un trastorno en el que el hueso sufre cambios en su arquitectura lo cual provoca huesos menos resistentes y más susceptibles a fracturas. Las fracturas pueden llegar a afectar severamente a las personas, pueden comprometer su calidad de vida o que incluso pueden ser mortales. La osteoporosis no da síntomas, esto quiere decir que las personas no sienten o sabrán por su cuenta que sus huesos se han desmineralizado a niveles que aumentan el riesgo de fracturas. Sin embargo, por medio de la densitometría ósea es posible obtener información sobre los huesos y estimar el riesgo de fracturas. La densitometría ósea por absorciometría dual de rayos X utiliza relativamente muy poca radiación y corresponde a una forma accesible y sencilla de conocer de forma temprana el estado de huesos antes de que ocurran fracturas que pueden comprometer la salud y la vida.
